Reports Database:
El Valor Social de CRECE – Un Informe SROI Evaluativo
  
    RESUMEN BREVE
El presente informe evalúa el impacto del Proyecto CRECE: Impulsando las capacidades, competencias y el empoderamiento de las personas para la prevención de la institucionalización y desinstitucionalización, mediante la metodología SROI (Retorno Social de la Inversión). Esta metodología permite cuantificar en términos económicos el valor social generado por la intervención, proporcionando una visión integral de los impactos generados en las personas participantes y otros grupos de interés.
El Proyecto CRECE fue impulsado por Cruz Roja y financiado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que canaliza recursos de los Fondos de Recuperación Next Generation EU. Contó con un presupuesto de 16.121.556,13€ y su implementación se extendió por 16 provincias en 53 localidades de España, con una duración de 36 meses (2022-2024).
Durante su desarrollo, el proyecto tuvo como objetivo principal contribuir a la reducción de los factores de vulnerabilidad que podrían acelerar la institucionalización de las personas participantes y favorecer el desarrollo de políticas públicas sobre desinstitucionalización y/o prevención de la institucionalización. Para ello, se llevaron a cabo, entre otras, muchas acciones comunitarias promoviendo la colaboración con 331 entidades en las diferentes localidades. La intervención involucró a 3.707 personas, de las cuales 2.755 fueron mujeres (74.93%) y 952 hombres (25.07%).
El cálculo del Retorno Social de la Inversión (SROI) realizado para el proyecto CRECE evidencia un impacto significativo en la generación de valor social, mostrando que por cada euro invertido, el programa genera un retorno estimado entre 3,00€ y 7,77€.
Por cada 1€ invertido se genera valor social entre 3,00€ y 7,77€
Este rango se establece con base en distintos niveles de fiabilidad y cobertura, permitiendo ajustar las decisiones según el grado de riesgo que se quiera asumir en cada decisión, ya que el rango evidencia datos desde un ratio que incluye únicamente datos de una muestra representativa hasta un ratio que tiene en cuenta grupos con una muestra que presenta un bajo grado de error muestral, pero existente, por lo que hay cierto riesgo de que no refleje completamente la voz de todo el grupo de interés.
El ratio conservador (3,00€), basado únicamente en datos representativos, refleja el valor generado con una muestra representativa, extrapolada a los grupos con dicha muestra, minimizando así el riesgo de sobrestimar el impacto. Por otro lado, el ratio inclusivo con riesgo moderado (7,77€) incorpora datos de un grupo significativo de personas participantes cuya representatividad estadística presenta un margen de error aceptable (6,81%), lo que amplía la visión del impacto social generado, aunque con un pequeño grado de incertidumbre.
En términos económicos4, el Valor Presente Neto (VPN) del impacto social generado por CRECE en un escenario conservador es de 13.958.568€, lo cual corresponde a 3 veces más valor generado que el valor invertido (recursos).
El análisis de la distribución del valor social evidencia que el 99.49% del impacto generado recae directamente sobre las personas participantes, subrayando la relevancia de CRECE en la mejora de su bienestar. Los cambios más valorados por las personas participantes están directamente relacionados con su bienestar emocional y su integración social, destacando el incremento en la red de apoyo, la mejora en la salud mental, la reducción del sentimiento de soledad y el fortalecimiento del sentido de pertenencia a la comunidad.
Estos resultados refuerzan el enfoque de CRECE en la prevención de la institucionalización a través de la reducción de los factores de vulnerabilidad que podrían acelerar la institucionalización de las personas participantes. En particular, el valor social generado exclusivamente por la reducción del sentimiento de soledad (6.812.591€) es casi equivalente a la inversión total del proyecto, lo que evidencia la sostenibilidad y rentabilidad social de CRECE incluso si solo se considerara este impacto.
La comparativa entre estos cambios destaca que el incremento en la red de apoyo es el impacto más valioso, superando en un 36.53% a la reducción del sentimiento de soledad y en un 41.93% al fortalecimiento del sentido de pertenencia comunitaria, lo que reafirma el papel clave de las redes sociales en la mitigación de la vulnerabilidad social. Además, las personas participantes en el proyecto CRECE han experimentado mejoras significativas en otros aspectos de su bienestar como efecto de su participación, a la que le asignan un alto valor para el bienestar del colectivo evaluado. Se observa un aumento en la satisfacción económica y habitacional, reflejando una mayor estabilidad en estos ámbitos para las personas que fueron apoyadas, reduciendo su grado de vulnerabilidad. Asimismo, algunas han iniciado nuevos estudios con mayor motivación, lo que indica un impacto positivo en su desarrollo personal. También se ha registrado una reducción en la sensación de ansiedad y/o depresión5, junto con un incremento en la sensación de tranquilidad, reforzando la importancia de la intervención en la mejora del bienestar emocional.
Además, se ha identificado un aumento en la apreciación por la vida y una mayor percepción de que las actividades que realizan tienen un sentido y valor. Según reportaron las personas participantes, la salud física y mental ha mejorado y muchas han manifestado un mayor cuidado de su salud mental. Sin embargo, también se ha observado un incremento en la preocupación e incertidumbre sobre la continuidad del proyecto, lo que resalta la necesidad de considerar estrategias para garantizar su sostenibilidad en el tiempo.
El informe concluye con una serie de recomendaciones estratégicas para futuras intervenciones, entre las que se destaca la necesidad de extender la duración del programa, optimizar estrategias para reducir impactos negativos, fortalecer las redes comunitarias y realizar un seguimiento longitudinal que permita evaluar la efectividad de CRECE en la prevención de la institucionalización.
Finalmente, la información recopilada en este informe no solo permite comprender el valor social generado por CRECE, sino que también proporciona una base de datos clave para la mejora continua de intervenciones similares. Los datos reflejan la voz de las personas impactadas por las actividades, así como el valor que éstas les aportan o, en algunos casos, les restan en su bienestar y calidad de vida.
